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Hoy abordamos uno de los problemas que veo a diario como fisioterapeuta: las contracturas en el músculo masetero. Este tipo de contracturas afectan a muchísimas personas sin que ni siquiera sean conscientes de ello. El músculo masetero es uno de los principales implicados en la masticación y el habla, y es clave en la movilidad de la mandíbula. Cuando se sobrecarga o entra en un estado de tensión mantenida, pueden aparecer molestias que van desde una sensación de rigidez hasta dolor mandibular, cefaleas o incluso dificultades para abrir y cerrar la boca con normalidad.

Si notas que tu mandíbula está tensa, tienes molestias al masticar o te sueles despertar con dolor en la cara, puede que estés sufriendo una contractura en el masetero. En consulta, me enfoco en identificar el origen del problema y aplicar tratamientos personalizados para aliviar el dolor y mejorar la movilidad de la mandíbula de forma efectiva.

Signos y síntomas de una contractura en el músculo masetero

Cuando el músculo masetero se encuentra en un estado de sobrecarga o tensión prolongada, puede dar lugar a una contractura que afecta la función mandibular y genera diversas molestias. Los síntomas pueden ser localizados en la zona de la mandíbula o irradiarse hacia otras estructuras cercanas debido a la interconexión de los músculos masticatorios con la cabeza, el cuello y la articulación temporomandibular (ATM).

  • Dolor o molestia al masticar: Los pacientes suelen experimentar dolor o fatiga en la mandíbula al masticar alimentos, sobre todo aquellos que requieren un mayor esfuerzo (carnes duras o alimentos pegajosos).
  • Chasquido o crepitación al abrir la boca: Cuando mueven la mandíbula, los pacientes perciben un sonido de chasquido o una sensación de fricción, indicando una disfunción en la articulación temporomandibular.
  • Dolor facial sordo: Se trata de una molestia constante y difusa en la región facial, que puede irradiarse hacia el cuello o la cabeza.
  • Dolor de oído: Sensación de dolor en el oído sin que haya una presencia de posible infección, originado por la proximidad de la articulación temporomandibular al conducto auditivo.
  • Cefaleas: Se trata de dolores de cabeza recurrentes, a menudo relacionados con la tensión muscular en la región mandibular y cervical.
  • Sensibilidad en la mandíbula: Al palpar la zona, se puede detectar dolor o sensibilidad aumentada en los músculos masticatorios.
  • Bloqueo mandibular: Los pacientes perciben una dificultad para abrir o cerrar la boca completamente, conocida como trismo, que limita las funciones orales normales.
  • Dificultad para abrir la boca: Limitación en la apertura bucal, que puede interferir en actividades cotidianas como hablar, comer o bostezar.

Si experimentas dolor persistente en la mandíbula, rigidez o cefaleas recurrentes, es importante que acudas a un fisioterapeuta cercano que esté especializado en ATM y musculatura masticatoria. Si estás en Albacete, estaré encantada de ayudarte, ya que, con un tratamiento adecuado, podemos aliviar los síntomas, restaurar la movilidad y prevenir complicaciones como el síndrome de dolor miofascial temporomandibular.

🔵 El tratamiento temprano de una contractura en el masetero puede evitar que se convierta en un problema crónico y mejorar significativamente la calidad de vida.

músculo maseteroCausas de una contractura en el músculo masetero

Las contracturas del músculo masetero pueden originarse por varios factores:​

  • Bruxismo y apretamiento dental: El bruxismo es la principal causa de la contractura en el masetero. El hábito involuntario de apretar o rechinar los dientes, especialmente durante el sueño, genera una sobrecarga en los músculos masticatorios, conduciendo a su fatiga y contractura.
  • Estrés y ansiedad: Estas condiciones psicológicas pueden manifestarse físicamente en forma de tensión muscular en la mandíbula, aumentando el riesgo de contracturas.
  • Mala postura: Una alineación inadecuada de la cabeza y el cuello, como mantener la cabeza adelantada al trabajar frente a una computadora, puede tensionar los músculos de la mandíbula y el cuello.
  • Hábitos orales nocivos: Costumbres como masticar chicle en exceso, morderse las uñas o consumir alimentos duros incrementan la carga sobre el músculo masetero, favoreciendo su contractura.
  • Disfunción de la articulación temporomandibular (DTM): Alteraciones en la ATM, como desplazamiento del disco articular o bloqueos articulares, pueden generar hiperactividad en el masetero como compensación.
  • Problemas dentales y maloclusión: Una mordida desalineada (maloclusión) puede hacer que el masetero trabaje de forma asimétrica, generando una contractura en un lado más que en otro. Tratamientos dentales como brackets, prótesis o extracciones dentales pueden generar adaptaciones musculares que provocan tensión en el masetero.
  • Traumatismos: Lesiones directas en la mandíbula, como golpes o caídas, pueden dañar el músculo masetero y desencadenar contracturas.

Pruebas y exámenes para detectar una contractura en el músculo masetero

Para poder diagnosticar una contractura del músculo masetero se pueden realizar diversas evaluaciones:​

  1. Anamnesis detallada: Es una recopilación de información sobre los síntomas, su duración, intensidad y posibles factores desencadenantes.​
  2. Examen físico: Aquí se incluye la palpación de los músculos masticatorios para identificar puntos dolorosos o de tensión, evaluación de la amplitud de movimiento de la mandíbula y detección de sonidos articulares al abrir y cerrar la boca.
  3. Evaluación dental: Se analiza la oclusión dental para identificar malposiciones o desgastes que puedan contribuir al problema.
  4. Imágenes diagnósticas: En algunos casos, se pueden requerir radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas para visualizar las estructuras óseas y articulares, descartando otras patologías.

Tratamiento y pronóstico

El abordaje terapéutico de las contracturas del músculo masetero es multidisciplinario y debe adaptarse a la causa subyacente de la disfunción. Los tratamientos más utilizados incluyen:

Fisioterapia

La fisioterapia es una de las opciones más eficaces para aliviar la contractura del masetero y restaurar la función mandibular. Algunas de las técnicas que empleamos los fisioterapeutas para tratar este problema son:

  • Masoterapia: Se aplican masajes específicos en la zona del masetero y sus músculos adyacentes con el objetivo de liberar al paciente de tensiones y mejorar la circulación.
  • Terapia manual: Se trata usar técnicas de liberación miofascial y movilización de la articulación temporomandibular (ATM) para poder restaurar el rango de movimiento.
  • Estiramientos musculares: Son movimientos guiados para reducir la rigidez y mejorar la elasticidad del masetero.
  • Ejercicios de reeducación postural: Se trata de técnicas enfocadas en corregir hábitos perjudiciales, como una mala postura cervical o presión mandibular involuntaria.

Terapias de relajación

Dado que el estrés es una de las principales causas de la hipertonía del masetero, las terapias de relajación juegan un papel crucial en el tratamiento. Algunas estrategias recomendadas incluyen:

  • Meditación y respiración diafragmática: Se realizan algunas técnicas de control de la respiración para reducir la tensión general del cuerpo.
  • Yoga y estiramientos globales: Este tipo de ejercicios y estiramientos ayudan a liberar la presión acumulada en la musculatura mandibular y cervical.
  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): En casos de bruxismo relacionado con ansiedad, la TCC puede ser útil para modificar patrones de tensión mandibular inconsciente.

Dispositivos intraorales

Los férulas oclusales (placas de descarga) se suelen utilizan en pacientes que padecen bruxismo o disfunción temporomandibular (DTM). Estas férulas ayudan a:

  1. Reducir la sobrecarga del masetero durante la noche.
  2. Evitar el desgaste dental causado por el rechinamiento.
  3. Favorecer la relajación muscular al modificar la posición mandibular.

Es importante que tengas en cuenta que el tipo de férula debe ser diseñado por un especialista en odontología o ATM para adaptarse a las necesidades del paciente.

Tratamientos complementarios

Además de la fisioterapia, hay otros tiramientos complementarios que pueden ayudar y acelerar la recuperación:

  • Aplicación de calor local: Se aplica con el fin de mejorar la circulación y reducir la rigidez muscular del paciente.
  • Terapia con diatermia o radiofrecuencia: Se utiliza para estimular la regeneración celular y ayuda a relajar la musculatura profunda.
  • Punción seca: En casos de puntos gatillo miofasciales, esta técnica puede ayudar a desactivar las fibras musculares hiperactivas.

El pronóstico es generalmente favorable cuando se aplica un tratamiento adecuado. La mayoría de los pacientes experimentan una mejoría significativa en pocas semanas, especialmente si se combinan terapias manuales, reeducación postural y gestión del estrés.

Sin embargo, en casos crónicos o asociados a disfunciones severas de la ATM, el tratamiento puede requerir un enfoque prolongado y multidisciplinario.

Si experimentas dolor persistente, limitación en el movimiento mandibular o episodios de bruxismo, es recomendable acudir a un especialista para evaluar el origen del problema y aplicar el tratamiento más adecuado.

¿Hay posibles complicaciones?

En este caso, la respuesta es sencilla. Existen complicaciones siempre y cuando el problema no se trata adecuadamente. Un mal tratamiento puede derivar en diversas complicaciones que afectan no solo la musculatura mandibular, sino también la función de la articulación temporomandibular (ATM) y otras estructuras relacionadas. Algunas de las complicaciones más comunes son:

  • Dolor crónico y limitación funcional.
  • Disfunción de la articulación temporomandibular (DTM) como bloqueo mandibular, ruidos articulares, incluso dolor irradiado hacia el oído o la cabeza.
  • Cefaleas tensionales.
  • Bruxismo.
  • Desgaste dental.
  • Problemas posturales y cervicales.

Dolor en el músculo maseteroCómo prevenir una contractura en el músculo masetero

Me gustaría finalizar este artículo con algunos consejos para prevenir este tipo de contractura. En casos como este, la prevención implica adoptar hábitos saludables que reduzcan la tensión mandibular y eviten la sobrecarga de la musculatura masticatoria. Por ejemplo: 

  • Manten una correcta higiene postural mandibular (evitar apretar los dientes durante el día, descansar la mandíbula en una posición neutra, evitar masticar de un solo lado).
  • Controlar el estrés y la ansiedad ayudándote de técnicas de relajación (meditación, respiración o mindfulness) junto con la realización de ejercicio físico. En el caso de padecer una ansiedad severa, recomendamos acudir a terapia psicológica.
  • Evita hábitos perjudiciales (cuidado con la cafeína y otros estimulantes).
  • Realiza estiramientos y ejercicios con la mandíbula, aplicando masajes y comprensiones con calor.
  • Usa férulas de descarga en caso de bruxismo.
  • Acude a un fisioterapeuta especializado.

Adoptar estas medidas preventivas puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar una contractura en el masetero y mejorar la salud mandibular a largo plazo.

¿Necesitas un fisioterapeuta especializado en Albacete? Contacta conmigo y te ayudaré a resolver tu problema. 

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